Purismo vs innovación en la filatelia temática

Artículo de ©Marcela Díaz-Cabal
Aunque agradezco sobremanera cuanto se ha escrito y publicado en La Lupa sobre los franqueos pagados por lo mucho que estoy aprendiendo de un tema que hasta hace poco desconocía, no voy a opinar si es válido incluirlos en una colección competitiva o si no deben ser tolerados porque no siguen las reglas FIP.
... los puritanos
Quisiera más bien referirme a dos posturas diametralmente opuestas entre los filatelistas temáticos que me recuerda mucho el debate sobre la lengua entre "puristas"  e "innovadores". Los puristas pretenden que le neguemos  la entrada a nuestro idioma a cualquier término que no sea "castizo"; los innovadores, por su parte, pretenden que se le dé paso a todo término extranjero por el solo hecho de ser "nuevo". Lo cierto es que ningún extremo es bueno; ni podemos impedir que la lengua crezca y se desarrolle (ella actúa como un ser vivo: nace, crece, se desarrolla y muere) ni tampoco podemos darle cabida a TODO término nuevo por el solo hecho de ser nuevo. Antes tenemos que cerciorarnos de que es válido y necesario. De otra manera, contaminaríamos a tal grado nuestra propia lengua que dejaría de ser la nuestra para transformarse en "otra". Lo estamos viviendo todos los días con el Spanglish, que de continuar por el camino en que va, dentro de unas generaciones se habrá convertido en otra lengua distinta de sus progenitores -el inglés y el español- como los dialectos romances se separaron del latín y hoy son lenguas por derecho propio, totalmente diferentes a la que les dio origen.

Igual sucede con casi todo en la vida y la filatelia no escapa a ello. La prueba está en la misma filatelia temática y su evolución a lo largo del tiempo. Si en algún momento a alguien no se le hubiera ocurrido transgredir las reglas de entonces hoy estaríamos todavía en la etapa del coleccionismo tópico, tan distante del temático. Ni se habrían superado las generaciones anteriores hasta llegar a la actual... que probablemente tampoco es exactamente igual hoy, al menos en ciertos rasgos, a la  4a generación original. 
De un lado, podemos observar a los que se ajustan o proponen ajustarse estrictamente a las reglas; en el otro lado están los que piensan que nada está escrito en piedra y que debemos dar cabida a nuevas formas de razonar y de hacer. Quizás podríamos añadir un tercer grupo, en medio entre los dos extremos y al que yo me adhiero. Es cuestión, como bien señala Paco, de equilibrio y sensatez. Y aquí le hago un guiño al amigo porque de la misma manera opino sobre el uso de los "tu sello": equilibrio y sensatez. Las reglas las establecen los seres humanos, pero tampoco son eternas. Siempre son susceptibles de ser modificadas, mejoradas, sustituidas, porque al fin y al cabo, será la mayoría la que imponga su criterio independientemente de los argumentos eruditos.

¿"Tu sello"? ¿No emitido? ¿Sello "normal"?
Antes de la llegada del hombre a la luna, nadie pensó en cómo nombrar el hecho de posarse un artefacto creado por el hombre sobre la superficie lunar. Con el extraordinario acontecimiento de 1969 se planteó por primera vez el problema. Los académicos razonaron inteligentemente que debía seguir diciéndose "aterrizaje" porque cuando un avión se posa sobre la superficie terrestre, estamos pensando en "tierra", la materia, con letra minúscula; no en el plantea Tierra. Sin embargo, la gente común no hizo ningún caso y prefirió, por asociación con la Luna,  el término "alunizaje". ¿Cuál se impuso? Lo que la gente decidió... aunque años más tarde, la realidad les daría la razón a los académicos. ¿Cómo llamarle al hecho de posarse un aparato sobre la superficie de Marte? Si hubiéramos hecho caso a los expertos no estaríamos ante este dilema. Lo cierto es que hoy TODOS decimos alunizaje y no aterrizaje cuando se trata de la luna, pero no sabemos cómo llamarlo cuando se trata de otro planeta.
¿aterrizaje o alunizaje?
Igual sucede con la filatelia. Podemos ser  "puristas" inflexibles... aunque tratar de tapar el sol es imposible. Podemos ser intrépidos "innovadores" a sabiendas de que enfrentamos consecuencias impredecibles en el futuro. O podemos elegir el camino del medio que nos lleva en una línea evolutiva ascendente, sí, pero dentro de un orden y un equilibrio igualmente necesarios. El debate sobre los franqueos pagados y sus concomitantes continúa abierto. Creo que ha llegado la hora de reflexionar: ¿Qué nos impide establecer nuevas reglas o mejorar las anteriores y adaptarnos a los nuevos tiempos?





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3 comentarios:

from-philately-to-froglately dijo...

Hola Marcela, muy interesante la opinión y reflexión que haces, Yo concuerdo contigo, debemos dar oportunidad a nuevos materiales postales/ filatélicos, pero justamente la cuestión es: que pasen por la evaluación correcta ¿si son o no materiales postales/filatélicos? y no debemos de perder de vista la situación y necesidad de regirnos por una base (los reglamentos FIP), estos reglamentos aclaro, no son intocables, se pueden modificar, pero con el sustento adecuado.

Otra frase popular es: "para romper las reglas, hay que conocerlas todas", esto está implícito en el proceso de innovación, pero tenemos que conocer pieza por pieza a profundidad, que es la postura que participo.

Desde mi perspectiva el filatelista que inicia (me incluyo), se queja de que el ORO es inalcanzable y se vuelve para mi impensable que la alternativa al Oro sea material mal sustentado, a final del día, la gran presea se alcanza con requerimientos básicos como: utilización de la más variada gama de material postal/filatélico a lo largo del tiempo, mi pregunta ¿Estamos logrando abarcarlo en su totalidad? aparentemente la introducción de materiales "novedosos" ¿Son válvula de escape a la frustración de no encontrar material adecuado para mi colección?

Las preguntas están en la mesa; sin fines de conflicto; buscando una respuesta constructiva, ¿Por qué nadie se atreve a contestarlas? sé que solo el tiempo dirá si es lo adecuado o no. Saludos y disfruten de sus colecciones y que no los abrumen las competencias!!!

Anónimo dijo...

Hola a todos
Marcela, da gusto leerte. Se nota mucho tu gran formación y tu práctica profesional. Me parece muy adecuada la comparación con las lenguas.
En un tema tan innovador como los anuros, es muy difícil alcanzar el ORO internacional, porque entiendo que no existe material antiguo relativo al tema.
Por el contrario, en un tema tan estudiado y conocido como Escultismo o Boy Scouts, los jurados conocen perfectamente los materiales importantes que existen, y si no están la gran mayoría, entonces tampoco se alcanza el oro. Otro ejemplo puede ser los coleccionistas “colombinos”, que lo tienen difícil.
Un punto interesante es del tu sello, o sello personalizado, que debe ser autorizado por el órgano postal. ¿Es absolutamente imprescindible poner un tu sello, por ejemplo de Cisneros, existiendo sellos normales? Y, lo que es mucho más problemático, ¿puede un coleccionista incluir un sello personalizado en un aspecto no filatelizado, cuando puede haber sido el mismo coleccionista el que ha elaborado ese sello?
Quizás esto dé para otro artículo.
Saludos
Estanislao

Paco Piniella dijo...

Sobre los sellos personalizados pienso lo mismo que Estanislao, si se tiene un sello de Cisneros para qué poner uno personalizado, y si no se tiene porque no existe ¡nos hacemos uno! no parece esto muy normal, ni tiene relevancia para una colección. De ahí mi valoración de estos "Tu sello", no es que le tenga manía, es que no les veo el valor filatélico, aunque sean legales y correctos dentro de las normas de la FIP.